El Museu Diocesà i Comarcal de Solsona tiene su origen en el año 1896, cuando el obispo Ramon Riu i Cabanes, impulsado por el deseo de salvaguarda y difusión del patrimonio del obispado, inaugura el Musaeum Archaeologicum Dioecesanum de Solsona, convirtiéndose en uno de los primeros museos diocesanos de Cataluña.
Fue entonces un museo líder que, como el Museu Episcopal de Vic, inició una tarea importante de recogida y conservación de objetos de arte sacro y de uso litúrgico. En un primer momento, el Museu se instaló en el edificio del antiguo seminario (edificio del Hospital Llobera, sede actual del Consell Comarcal del Solsonès), junto con un aula de arqueología sagrada cristiana, bajo la dirección de los doctores Marià Grandia y Jaume Viladrich. En 1898, el obispo Riu adquirió en subasta pública una colección de objetos de sal y obras de arte procedentes del Museu de Sal de Cardona, propiedad de Mn. Riba i Fígols, que pasaron al Museu de Solsona. Mn. Joan Serra i Vilaró dio el impulso definitivo a esta institución cuando fue nombrado director por el obispo Lluís Amigó en 1909. Entonces creó la sección de prehistoria del Museu, que abarca miles de objetos procedentes de excavaciones arqueológicas que él mismo ejecutó por todo el obispado. Fue una tarea ingente, que dio al Museu Diocesà de Solsona una personalidad propia y sin igual. Este crecimiento provocó el traslado del Museu a los sobreclaustros de la Catedral. Cuando Mn. Serra i Vilaró fue llamado a Tarragona en 1925, Mn. Santamaria tomó la dirección del Museu, hasta el estallido de la guerra en 1936.
Durante la guerra civil, el comité revolucionario de Solsona, presidido por Francesc Viadiu, se hizo cargo del Museu y nombró director a Manuel Boixader. El comité intervino directamente en la salvación del Museu y de muchos bienes de las parroquias, que fueron trasladados allí y ocuparon las salas del primer piso del palacio episcopal. Hacia el final del enfrentamiento bélico, buena parte del fondo del museo se trasladó a Ginebra por orden del gobierno de la República.
Una nueva etapa del Museu se inició en 1939 cuando el Dr. Antoni Llorens asumió su dirección y negoció la recuperación de los bienes. Paralelamente, incorporó nuevas obras que aumentaron el fondo y permitieron la inauguración del renovado Museu el 8 de septiembre de 1944, con las salas de exposición en el primer piso del Palau Episcopal y en los sobreclaustros. El Dr. Llorens permaneció al frente del Museu hasta 1977, cuando asumió esa responsabilidad Mn. Antoni Bach. El paso de los años sin una renovación de las salas y la falta de recursos económicos obligó a cerrar el Museu temporalmente a finales de los años setenta.
El patronato surgido a raíz del convenio firmado en 1982 posibilitó la remodelación global del Museu, que se llevó a cabo en dos fases. La primera comprendió la recepción y las salas de actos y de exposiciones temporales, además de las de Prehistoria, Edad Antigua y Edad Media (románico). Esta fase se inauguró el 26 de noviembre de 1983. La segunda fase abarca las salas de la Edad Media (gótico), la Edad Moderna y la Edad Contemporánea, además de las reservas, la biblioteca y el taller de restauración. Se inauguró el 25 de noviembre de 1989, con unas instalaciones que hoy permiten la exhibición óptima de las colecciones del Museu.