Uno de los mejores elementos del renacimiento catalán. Se trata del mausoleo de Ramon Folch de Cardona-Anglesola, del siglo XVI, de mármol blanco de Carrara, tallado en Nápoles por el escultor Giovanni Merliano da Nola.
Ramon Folch de Cardona destacó como almirante bajo las órdenes de Fernando el Católico en las campañas del norte de África e Italia, y fue nombrado virrey de Sicilia y Nápoles. A su muerte, su esposa Isabel de Requesens encargó al escultor italiano Giovanni da Nola un fastuoso mausoleo para los despojos del militar y marino de Bellpuig d’Urgell.
Este sepulcro se encuentra en un lateral de la iglesia parroquial de Sant Nicolau y está considerado como una de las mejores obras renacentistas de Cataluña, gracias a la calidad de sus elementos escultóricos figurativos y ornamentales, así como a la composición.
Fue esculpido entre 1522 y 1530 bajo una estructura de arco de triunfo donde el artista simboliza la victoria humana sobre la muerte a partir de la fama conseguida en vida. La conquista de la plaza islámica de Mers-el Kébir, seguramente el episodio más destacado de la biografía de Folch, conforma la base del monumento, bajo el sarcófago y la estatua yaciente del duque; por encima hay la representación de la gloria lograda, así como del buen gobierno y religiosidad del personaje. La parte alta representa la batalla contra Venecia, el último gran conflicto donde participó.
El mausoleo tuvo que ser transportado a piezas hasta el convento de Sant Bartomeu, donde fue inhumado el cuerpo de Folch de Cardona-Anglesola en primera instancia. El abandono del convento después de su desamortización motivó el traslado del sepulcro a la iglesia parroquial en 1841.